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fotografía I unison

LOS OTROS NIÑOS DEL PITIC

LOS OTROS NIÑOS DEL PITIC

ROCÍO SOLÍS

Een el marco de fotoseptiembre lo invita a la inauguración de la exposición fotográfica.

 

Los otros niños del pitic,

 

Los otros ojos

 

La infancia es un sol que cada amanecer nos sorprende con enigmas, como un árbol colmado de frutos diversos: palabras y gestos que heredamos para descifrar el mundo, con estos ojos, brillantes de risa, asombro y la cautela del gato.

Los niños crecen como enredaderas en la memoria de la tribu. Ser niño es un prodigio de golosina y papalote, de triciclo y acrobacias. Pero el contexto puede desplegar su contorno de riesgos y entonces la infancia es un artificio, un truco para sobrevivir el día de cada día. Sucede en nuestro país con demasiada frecuencia, crecer a pesar del viento de la desigualdad. Pero nacer indígena en México es florecer como el cactus: espinas un sol de espinas cada día, a flor de piel. Aproximarse a ese territorio implica irrumpir por el intersticio que siempre abra en el ojo escabroso de cualquier cámara fotográfica, el puente translucido, el dialogo fluido de quien atrapa la imagen y a la ves es atrapado. En esta muestra fotográfica, los niños triques del poblado miguel alemán exhiben su gozo, la risa sin espinas, el sol intimo de su etnia la semilla de las plantas de sus piel en estos paramos ajeno a su origen primigenio, pero ahora mas suyos que nuestros, mestizos de trópico y desierto; sus padres desconfían de la maquina de hacer imagen “porque los pueden robar”.

 

La fotografía es seducción y Rocío Solís es implacable y sutil en este arte. Su tacto es intransigente como la realidad misma, de otro modo no podrían demostrarnos este territorio tan cercano como el iphone y tan lejos de nuestra vista. Afortunadamente, Solís nos entrega sus ojos para que veamos los otros ojos; otros en cuyo reflejo somos y acaso un pálido espejismo de nosotros como si solo fuéramos nosotros, desmemoriados como una espiga desecha, la identidad que el viendo de desigualdad transmuta cada amanecer. La muestra fotográfica de los otros niños del pitic es el puente de la memoria sobre la brecha, la social y la endémica: la semilla del silencio que siempre a germinado en nuestras manos.

 

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